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Llega el momento temido por todos los padres, la recogida de las notas de final de curso. Cada vez es más frecuente que los/as adolescentes tengan asignaturas pendientes para septiembre y que esto condicione el verano de toda la familia.

 

Como abordar los suspensos

En primer lugar es conveniente mantener la calma, el curso se acaba en septiembre. Aún es posible que mejore sus calificaciones. Por ello, cuenta hasta 10 antes de hablar con tu hijo/a; los gritos, las descalificaciones y los castigos desmesurados no solucionaran el problema.

Además, los suspensos no deberían de pillarte por sorpresa, ya que el curso es muy largo como para que conozcas la trayectoria y evolución académica de tu hijo/a. Las tutorías son fundamentales para ello.

Es fundamental hablar con tu hijo/a sobre las notas que ha obtenido y hacerle que asuma su responsabilidad sobre estas. Una vez que conozcas el motivo de dichas calificaciones es el momento de buscar soluciones consensuadas con tu hijo/a. No hay que imponer castigos exagerados, simplemente hazle ver que tiene que asumir las consecuencias de sus actos.

Cómo hacerlo:

  • Planificar el estudio

El éxito de aprobar en septiembre es una buena planificación. No  es lo mismo que le haya suspendido una asignatura a que le hayan quedado cuatro. Tampoco que no haya aprobado un trimestre de una asignatura a todo el curso. Es muy importante tener esto en cuenta para poder  hacer una planificación que se ajuste a la realidad.

Es vital que hagas a tu hijo/a partícipe en esta planificación, ya que si siente que no se le tiene en cuenta es probable que la planificación no se lleve a cabo.  Es necesario decidir si va a intentar aprobar todas las asignaturas o si se va a centrar solo en aprobar algunas.

También es importante diferenciar en la planificación qué asignaturas puede aprobar entregando solo un trabajo, qué asignaturas son solo con examen, o cuáles son con ambas cosas. De esta manera todos los días debería de dedicarle un tiempo determinado a cada cosa. Por ejemplo, si le ha suspendido un trimestre de sociales, es muy importante que todos los días dedique una hora a estudiar sociales, otro rato a hacer las actividades, etc. Lo ideal es dedicar una hora por asignatura que tenga que estudiar.

Toda la planificación debería de quedar plasmada en un calendario de modo que ambos podáis comprobar si la planificación se está cumpliendo o es necesario ajustarla. Recordad que el calendario debe de incluir días de descanso, generalmente sábados y domingos y festivos.

  • Delimitar el horario

Es muy importante que tu hijo/a sea consciente de que si asume las consecuencias de su actitud, él/ella también puede disfrutar del verano.

Para ello, es necesario delimitar el horario de estudio. Lo recomendable es que el horario sea siempre el mismo y que sea por la mañana, ya que por la mañana el cerebro está más predispuesto a concentrarse y a ser más eficaz al no estar cansado. Además con esto te aseguras de que tu hijo/a cumpla con su obligación antes de poder disfrutar del tiempo libre (piscina, salidas, etc.). Aun así puedes negociarlo con él/ella, pero pactando siempre el mismo horario.

Es normal que tu hijo/a vea desmesurado estudiar muchas horas y que crea que con poco tiempo puede aprobar, por lo que debes de concienciarlo, para que ajuste sus expectativas y consiga los objetivos que se plantee.

  • Preparar el lugar y momento de estudio

Es preciso que tu hijo/a cuente con el espacio necesario para poder estudiar y hacer sus trabajos. Lo recomendable es una habitación donde no haya distracciones ni ruidos.

Es primordial que no se le interrumpa, durante el tiempo de estudio. Asimismo, es fundamental que no tenga distractores en ese momento, como el móvil, el ordenador, la música, etc., porque esto provocará que el tiempo de estudio se acabe sin que haya rendido nada. Por el mismo motivo, es muy importante que tenga a mano todo lo necesario para que no se levante 20 veces y con ello pierda el tiempo.

  • Ser constante

Esto es lo más difícil, pero es fundamental que te mantengas firme en lo que has pactado con tu hijo/a. Este debe de cumplir su horario de estudio y si no lo cumple debe de tener unas consecuencias negativas, previamente pactadas con él/ella. Por ejemplo, el día que no estudies y no cumplas con la planificación no podrás disfrutar de tiempo libre.

Si por el contrario, lo hace todo y en menos tiempo, es importante que se le reconozca. Los refuerzos nunca deben de ser materiales porque se pierde el sentido del estudio. Además, recuerda que se encuentra en esa situación porque probablemente no haya sido muy responsable durante el curso escolar.

Recuerda que no es necesario que constantemente le estés reprochando y recordando que ha suspendido las asignaturas, apóyalo/a y mantente firme para que cumpla con su obligación.

Un buen verano es posible si la comunicación con tu hijo/a es adecuada y se empieza a poner solución al problema desde el día que conocéis las notas.

 

 

 

 

Imagen obtenida en: https://www.goconqr.com/es/examtime/blog/mi-hijo-no-quiere-estudiar/