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En consulta llevo años escuchando por parte de madres y padres frases como “es que
estoy harta de decírselo”, “hablo mucho con él y sigue haciéndolo”, “por más que le
diga, es que no cambia” y así una larga lista de frases que llevan a la desesperación,
frustración y rabia. ¿Qué está ocurriendo entonces? Sencillo de explicar.

¿Te has planteado por qué tu hij@ sigue haciendo o no haciendo lo que le dices que
haga o no haga?, porque se ha habituado a responder de esa manera. ¿Y por qué se ha
habituado a una forma de responder?, porque tú has intervenido de la misma manera
repetidamente a lo largo del tiempo. Te has habituado a una manera concreta de
hacer o decir.

Las personas queremos cambiar situaciones o resultados haciendo exactamente lo
mismo y dejad que os diga esto, ¡¡¡IMPOSIBLE!!!. Si quieres obtener resultados
diferentes; si quieres que las respuestas de tu hij@ sean diferentes; si quieres sentirte
de manera diferente ¡¡¡HAZ LAS COSAS DE MANERA DIFERENTE!!! ¡¡¡CREA NUEVOS
HÁBITOS!!!

Los hábitos no son más que acciones repetidas en el tiempo, pero tienen varios
enemigos con los que hay que luchar. Estos son: las excusas, la pereza, las tentaciones
y el cansancio. Pero a pesar de esto se pueden conseguir con fuerza de voluntad y
teniendo en cuenta una serie de criterios sencillos.

¿Cómo conseguir nuevos hábitos?
Antes de explicarte qué pasos debes de dar para crear nuevos hábitos es importante
que entiendas qué es la fuerza de voluntad. La fuerza de voluntad puede ser
entendida como una fuente de energía, una batería, una pila, es decir, es algo que se
agota, por lo que su uso debe ser adecuado y no malgastarla en lo que no sea
necesario. Para usarla bien, pregúntate lo siguiente: ¿qué es importante para mí?, ¿en
qué parte del día suelo tener más energía? En función de tus respuestas comienza a
decidir qué hábitos te gustaría implementar y en qué momentos del día los llevarás a
cabo.

Pero tengo una buena noticia para ti. Es verdad que la fuerza de voluntad es una
fuente de energía que se agota, pero a medida que repetimos un comportamiento
necesitamos de menos fuerza de voluntad (energía). Esto es debido a que se
automatiza y todo lo que se convierte en automático requiere de menor esfuerzo.
Dicho esto, veamos los pasos a seguir para crear nuevos hábitos

1. Tener un motivo, una motivación. Un motivo es una razón por la que
queremos conseguir algo. Si es importante nos esforzaremos más por
conseguirlo. Así que cuando te propongas un nuevo hábito, una meta, un
objetivo, un cambio, lo primero que debes analizar es ¿por qué lo quieres?
¿cuáles son las razones que te empujan a ello?
2. Comenzar con pocos hábitos. Cuando queremos instaurar en nuestras vidas
nuevos hábitos no podemos querer abarcarlos todos a la vez porque nos
parecerá tan imposible que lo abandonaremos en el primer intento. Cuando lo
queremos hacer de golpe saturamos nuestra mente y por ello abandonamos,
así que, para evitar esto es esencial que elijas uno o dos hábitos y trabajes en
ellos; una vez que estén conseguidos introduces otro, después otro, y así
consecutivamente hasta lograr todo lo que te hayas propuesto.

3. Planificar los hábitos con acciones concretas y pequeñas. Si queremos formar
un hábito nuevo debemos dividirlo en acciones concretas y pequeñas. Por
ejemplo: imagina que quieres dejar de tomar azúcar en el café; si tomabas dos
cucharadas, primero reducirás media y cuando lleves un tiempo haciéndolo y
estés acostumbrad@ reducirás otra media, y así hasta conseguir el objetivo
final.
Veamos otro ejemplo relacionado con tu hij@. Imagina que quieres instaurar el
hábito de dejar recogida su habitación antes de ir al colegio. Primero puedes
trabajar con tu hij@ que no deje ropa de por medio, una vez conseguida esta
conducta comienzas a trabajar para que deje el escritorio limpio, dejar la cama
hecha etc…hasta conseguir la habitación perfectamente ordenada y ventilada.

4. Poner unos mínimos de cumplimiento. Cuando nos proponemos tener un
hábito nuevo tenemos que decidir unos mínimos de cumplimiento, es decir,
qué mínimo no puedo sobrepasar cuando esté cansad@, agobiad@, etc. Por
ejemplo: si mi hábito nuevo que estoy incorporando es hacer estiramientos.
Debo de especificar de la siguiente manera: hacer estiramientos al menos tres
días en semana como mínimo 10 minutos (esto es el mínimo a cumplir, pero tú
puedes hacer más).

5. Ser disciplinado con los mínimos de cumplimiento y comprobar si estamos o
no cumpliendo las acciones. Comprobar si cumplimos o no lo que nos hemos
propuesto nos dará la información suficiente para saber en qué nos tenemos
que esforzar más o también hará de reforzador positivo para seguir motivados
con aquello que estemos haciendo. Esto lo puedes hacer con un registro, con
un diario o con cualquier otra herramienta que te guste.

6. Buscar ayuda profesional cuando no puedas tú sol@ o cuando prefieras una
guía y apoyo.

Si todo esto te parece imposible y difícil de hacer sol@, llámanos y te
asesoraremos en cómo hacerlo dándote la seguridad y fuerza suficiente.

“Somos lo que repetidamente hacemos. La excelencia, entonces, no
es un acto, sino un hábito.” (Aristóteles)

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